viernes, 15 de marzo de 2013

HISTORIA DE LA RADIO


Las bases teóricas de la propagación de ondas electromagnéticas fueron descritas por primera vez por James Clerk Maxwell en un documento dirigido a la Royal Society (1873) titulado “Una teoría dinámica del campo electromagnético”, que describía sus trabajos entre los años 1861 y 1865. Su teoría era, básicamente, que los campos eléctricos variables crean campos magnéticos variables y viceversa, que los campos magnéticos variables crean campos eléctricos variables con lo que unos u otros crearán a su vez nuevos campos eléctricos o magnéticos variables que se propagarán por el espacio en forma de campos electromagnéticos variables sucesivos, los cuales se alejarán en forma de ondas electromagnéticas de la fuente donde se originaron.

Reinrich Rudolf Hertz, en 1888, fue en primero en validar experimentalmente la teoría de Maxwell, al idear cómo “crear” artificialmente tales ondas electromagnéticas y cómo detectarlas y, a continuación, llevar a la práctica emisiones y recepciones de estas ondas y analizar sus características físicas demostrando que las ondas creadas artificialmente tenían todas las propiedades de las ondas electromagnéticas “teóricas” y descubriendo que las ecuaciones de las ondas electromagnéticas podían ser reformuladas en una ecuación diferencial parcial denominada ecuación de onda.

El dispositivo que diseñó para producir ondas electromagnéticas consistía en dos barras metálicas del mismo tamaño alineadas y muy próximas por uno de sus extremos y que terminaban en una bola metálica por el otro; sobre una de estas barras eran inyectados “paquetes de electrones” a muy alta tensión, que a su vez eran extraídos de la otra barra. Los intensos cambios en el número de electrones que esto provocaba en las barras daba origen a descargas de electrones de una a otra barra en forma de chispas a través del estrecho espacio que las separaba, descargas que se producían de una forma que se podría calificar de elástica u oscilante ya que tras una “inyección” de electrones en una barra se producían descargas alternadas de electrones de una u otra barra cada vez de menor intensidad hasta desaparecer al fin por las resistencias eléctricas. 
Estos cambios alternantes en el número de electrones que tenía cada barra hacía que a lo largo de ellas se propagaran variaciones de la carga eléctrica, lo que originaba campos eléctricos variables de signo opuesto en torno de ellas. Tales campos eléctricos variables daban origen a campos magnéticos variables y éstos a nuevos campos eléctricos variables con lo que se producían ondas electromagnéticas que se difundían desde esas barras.

Las “inyecciones” y “sustracciones” de “paquetes de electrones” se conseguían mediante intensos impulsos eléctricos provocados por una bobina de un gran número de espiras que tenía sus extremos unidos cada uno a una de las dos barras y que tenía otra bobina de un pequeño número de espiras concéntrica a ella. Esta segunda bobina recibía breves impulsos eléctricos en baja tensión que inducía a la bobina de gran número de espiras la cual los transformaba en impulsos de muy alta tensión.
El receptor era una barra metálica de forma circular y con sus dos extremos muy próximos uno de otro; la longitud de esta barra estaba calculada para que fuera resonante a los campos magnéticos variables originados en las barras emisoras; las corrientes de electrones provocadas en tal barra receptora por los campos magnéticos variables que captaba causaban pequeñas descargas de electrones entre sus extremos, descargas que eran visibles en forma de chispas.

Hertz dio un paso de gigante al afirmar y probar que las ondas electromagnéticas se propagan a una velocidad similar a la velocidad de la luz y que tenían las mismas características físicas que las ondas de luz, como las de reflejarse en superficies metálicas, desviarse por prismas, estar polarizadas, etc…sentando así las bases para el envío de señales de radio.

Como homenaje a Hertz por este descubrimiento, las ondas electromagnéticas pasaron a denominarse ondas hertzianas.

1.1.1. Primeros desarrollos

Es difícil atribuir la invención de la radio a una única persona, En diferentes países se reconoce la paternidad en clave local: Aleksandr Stepánovich Popov hizo sus primeras demostraciones en San Petersburgo, Rusia; Nikola Tesla en San Luís (Misuri) y Guillermo Marconi en el Reino Unido.

En 1895, en Italia, un joven de apenas 20 años, Guillermo Marconi, recibía a través del diario la noticia de los efectos de las ondas electromagnéticas engendradas por un oscilador eléctrico inventado por Hertz. En 1896, Marconi obtuvo la primera patente del mundo sobre las transmisiones de radio, la patente británica 12039: “Mejoras en la transmisión de impulsos y señales eléctricas y un aparato para ello. Los equipos que empleaba eras: como emisor un generador de chispas de muy alta tensión, similar al empleado por Hertz, que conectaba por un extremo a una gran antena no sintonizada y por el otro a tierra, con lo que producía algo que se podría definir como “ruido electromagnético” en un amplio margen de frecuencias, más que ondas de radio de una frecuencia concreta. Como receptor usaba un cohesor o coherer, tampoco de su invención, que consistía en un  pequeño recipiente de vidrio lleno de limaduras de metal ideado inicialmente para proteger de los rayos las instalaciones telegráficas, ya que en condiciones normales tal dispositivo tenía alta resistencia eléctrica pero ésta disminuía intensamente al llegar a él una descarga eléctrica de un rayo; se había encontrado que también los campos eléctricos intensos producidos por los rayos disminuían asimismo su resistencia eléctrica. Países como Francia o Rusia rechazaron se patente por dicha invención, refiriéndose a las publicaciones de Popov, previas en el tiempo.

El 7 de mayo de 1895, el profesor e ingeniero ruso Aleksander Stepánovich Popov había presentado un receptor capaz de detectar ondas electromagnéticas. Diez meses después, el 24 de marzo de 1896, ya con un sistema completo de recepción-emisión de mensajes telegráficos, transmitió el primer mensaje telegráfico entre dos edificios de la Universidad de San Petersburgo situados a una distancia de 250 m. El texto de este primer mensaje telegráfico fue: “HEINRICH HERTZ”.

En 1897 Marconi montó la primera estación de radio del mundo en la isla de Wight, al sur de Inglaterra y en 1898 abrió la primera factoría del mundo de equipos de transmisión sin hilos en Hall Street (Chelmsford, Reino Unido) empleando en ella alrededor de 50 personas. En 1899 Marconi consiguió establecer una comunicación de carácter telegráfico entre Gran Bretaña y Francia. Tan sólo dos años después, en 1901, esto quedaría como una minucia al conseguirse por primera vez transmitir señales de lado a lado del Océano Atlántico.

Nikola Tesla que, por un camino diferente al de Hertz había llegado también a producir y detectar ondas de radio (generando mediante alternadores corrientes eléctricas alternas de muy alta frecuencia que eran aplicadas a una gran antena y a tierra con lo que se originaban ondas electromagnéticas que se transmitían a larga distancia y que eran captadas aprovechando las corrientes alternas que inducían en otras antenas unidas a tierra a través de circuitos resonantes, formados por inductancias y condensadores, que también había ideado), buscando, más que transmitir señales, transmitir energía eléctrica a larga distancia sin necesidad de usar conductores metálicos. Hizo su primera demostración pública de radiocomunicación en San Luís (Misuri, Estados Unidos), en 1893. Dirigiéndose al Franklin Institute de Filadelfia y a la National Electric Light Association describió y demostró en detalle los principios de la radiocomunicación. Sus aparatos contenían ya todos los elementos que fueron utilizados en los sistemas de radio hasta el desarrollo de los tubos de vacío. En Estados Unidos, algunos desarrollos clave en los comienzos de la historia de la radio fueron creados y patentados en 1897 por Tesla. Sin embargo, la Oficina de Patentes de Estados Unidos revocó su decisión en 1904 y adjudicó a Marconi una patente por la invención de la radio, posiblemente influenciada por los patrocinadores financieros de Marconi en Estados Unidos, entre los que se encontraban Thomas Alva Edison y Andrew Carnegie. Años después, en la década de los sesenta, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó que la patente relativa a la radio era legítimamente propiedad de Tesla, reconociéndolo de forma legal, como inventor de ésta; si bien, este hecho no transcendió a la opinión pública, que sigue considerando a Marconi como su inventor. El 12 de diciembre de 1901, Marconi transmitió, por primera vez, señales de código Morse por ondas electromagnéticas.

El investigador Ángel Faus Belau ha descubierto que la primera patente sobre la aplicación de la voz en la telegrafía sin hilos la registró el comandante español Julio Cervera Baviera en 1899. Basándose en este descubrimiento Jorge Álvarez sostiene que “Cervera es el verdadero inventor de la radio tal y como la entendemos hoy”.

Sin embargo, la patente de Tesla número 645576 fue restablecida en 1943 por la Corte Suprema de Estados Unidos, poco tiempo después de su muerte a causa de una trombosis coronaria. La decisión estaña basada en el hecho de que había un trabajo preexistente antes del establecimiento de la patente de Marconi. Existe la creencia de que esto se hizo, aparentemente, por razones financieras, para permitir al Gobierno estadounidense eludir el pago de los daños que estaban siendo reclamados por la compañía Marconi por el uso de sus patentes durante la primera Guerra Mundial.

También se habían hecho reclamos en el sentido de que Nathan Stubblefield inventó la radio antes de Tesla y Marconi, pero su dispositivo, al parecer, funcionaba mediante transmisión por inducción más que por radiotransmisión.

Ese mismo año, la radio llega a Chile, con la primera transmisión radial que la Universidad de Chile realizó desde el Diario El Mercurio de Santiago.  

1.1.2. Desarrollos durante el siglo XX

En 1906 Alexander Lee de Forest modificó el diodo inventado en 1903 por John Fleming añadiéndole un tercer electrodo, con la intención de que detectase las ondas de radio sin violar la patente del diodo, creando así el tríodo. Posteriormente se encontró que el tríodo tenía la capacidad de amplificar las señales radioeléctricas y también generarlas, especialmente cuando se le hacía trabajar en alto vacío, algo que fue descubierto, analizado y perfeccionado por técnicos de AT&T y de General Electric, lo que permitió la proliferación de las emisiones de radio. El científico austriaco de origen judío Von Lieben en un proceso totalmente independiente pero paralelo al seguido en Estados Unidos también inventó el tríodo.

En 1907, inventaba la válvula que modula las ondas de radio que se emiten y de esta manera creó ondas de alta potencia en la transmisión.

En 1909, Marconi con Karl Ferdinand Braun, fue también premiado con el Premio Nobel de Física por sus “contribuciones al desarrollo de la telegrafía sin hilos”.

La nueva gran invención fue la válvula termiónica detectora, inventada por un equipo de ingenieros de Westinghouse.

Un gran paso en la calidad de los receptores, se produce en 1918 cuando Edwin Armstrong inventa el superheterodino.

En los primeros tiempos de la radio toda la potencia generada por el transmisor pasaba a través de un micrófono de carbón. En los años 20 la amplificación mediante válvula termoiónica revolucionó tanto los radiorreceptores como los radiotransmisores. Philips, Bell, Radiola y Telefunken consiguieron, a través de la comercialización de receptores de válvulas que se conectaban a la red eléctrica, la audición colectiva de la radio en 1928. No obstante, fueron los laboratorios Bell los responsables del transistor y, con ello, del aumento de la comunicación radiofónica.

En los años cincuenta la tecnología radiofónica experimentó un gran número de mejoras que se tradujeron en la generalización del uso del transistor.



 
  
Uno de los receptores utilizados por Marconi, podemos apreciar la
"antena", el "cohesor", los "audífonos" y las pilas.


Normalmente, las aeronaves utilizaban las estaciones comerciales de radio de modulación de amplitud (AM) para la navegación. Esto continuó así hasta principios de los años sesenta en que finalmente se extendió el uso de los sistemas VOR.

A principios de los años treinta radio-operadores aficionados inventaron la transmisión en banda lateral única (BLU).

En 1933 Edwin Armstrong describe un sistema de radio de alta calidad, menos sensible a los parásitos radioeléctricos que la AM, utilizando la modulación de frecuencia (FM). A finales de la década este procedimiento se establece de forma comercial, al montar a su cargo el propio Armstrong una emisora con este sistema.

En 1948, la radio se hace visible: se desarrolla abiertamente la televisión.

En 1952, se transmite televisión comercial en color sistema NTSC, en EE.UU. El primer programa en ser transmitido en color fue Meet the Press (Encuentro con la Prensa) de la cadena NBC, un ciclo periodístico que sigue emitiéndose hasta nuestros días.

En 1956 se desarrolla el primer sistema de televisión europeo, que basándose en él mejora el NTSC de Estados Unidos. El sistema es el llamado SECAM. En España durante varios meses TVE transmitió en pruebas en SECAM, aunque finalmente la norma que adoptó fue PAL.

En 1957, la firma Regency introduce el primer receptor transistorizado, lo suficientemente pequeño para ser llevado en un bolsillo y alimentado por una pequeña batería. Era fiable porque al no tener válvulas no se calentaba. Durante los siguientes veinte años los transistores desplazaron a las válvulas casi por completo, excepto para muy altas potencias o frecuencias.

En 1963, se establece la primera comunicación radio vía satélite. Se desarrolla el sistema de televisión en color PAL que mejora el NTSC. La norma que se utiliza en España es PAL. La ventaja del PAL sobre el SECAM es que su circuitería es más sencilla.

A finales de los años sesenta la red telefónica de larga distancia en EE.UU. comienza su conversión a red digital, empleando radio digital para muchos de sus enlaces.

En los años setenta comienza a utilizarse el LORAN, primer sistema de radionavegación. Pronto, la Marina de EE.UU. experimentó con la navegación satélite, culminando con la invención y lanzamiento de la constelación de satélites GPS en 1987.

Entre las décadas de los años 1960 y 1980 la radio entra en una época de declive debido a la competencia de la televisión y el hecho que las emisoras dejaron de emitir en onda corta (de alcance global) por VHF (el cual solo tiene un alcance de cientos de kilómetros).

En los años 1990 las nuevas tecnologías digitales comienzan a aplicarse al mundo de la radio. Aumenta la calidad del sonido y se hacen pruebas con la radio satelital (también llamada radio HD), esta tecnología permite el resurgimiento en el interés por la radio.

A finales del siglo XX, experimentadores radioaficionados comienzan a utilizar ordenadores personales para procesar señales de radio mediante distintas interfaces (Radio Packet).

1.1.3. Fechas destacables
·         1873. El físico escocés James Clerk Maxwell obtiene las ecuaciones generales de la propagación de las ondas electromagnéticas.
·         1887. El físico alemán Heinrich Rudolf Hertz consigue demostrar la existencia de las ondas electromagnéticas. Además, descubre el efecto fotoeléctrico por medio de un descargador o resonador.
·         1890. El físico francés Edouard Branly inventa un aparato que recibe las señales de la telegrafía sin utilizar hilos.
·         1896. El ingeniero ruso Alexander Popov inventa la primera antena radioeléctrica. También construye el primer receptor de ondas electromagnéticas.
·         1897. El italiano Guillermo Marconi realiza la primera transmisión radial.
·         1900. Se inventa la radio en amplitud de modulación.
·         1900. La grabación magnética de la voz en un hilo de acero se introduce por V. Poulsem y se le da el nombre de telegrafono.
·         1900. La Wireless Telegraph Trading Signal Co. Ltd cambia su nombre a Marconi Telegraph Co.





El detector de cristal de galena, permite el paso de la corriente en una dirección, precursora de los semiconductores.


·         1900. Emile Berliner introduce la superficie de disco tipo plano para la grabación del sonido.
·         1900. Guillermo Marconi recibe en Inglaterra la patente por su equipo de sintonía.
·         1901. El 12 de Diciembre, Guillermo Marconi en colaboración con el inglés John A. Fleming, recibe en San Juan de Terranova la primera señal telegráfica sin hilos, una "S" en código Morse, enviada desde Poldhu, en Cornuelles, estableciendo una distancia de 2.400 km.
·         1901. El 12 de Diciembre. Se transmite la letra S en código Morse desde Poldhu, Cornwal en Inglaterra, 2170 millas a través del Atlántico hasta un dispositivo aéreo suspendido en un papalote (Cometa) en St. John's, Newfoundland, Canadá.
·         1901. En diciembre de 1901, Marconi acometió la gran empresa que marcaría un hito histórico, al intentar transmitir señales desde la estación de Poldhu a otra estación erigida en Terranova, a 3.500 km. de distancia. Marconi lo consiguió el 12 de diciembre de 1901, fecha que pasaría a la historia por ser la primera comunicación transatlántica, sin el uso de cables de ningún tipo, por ondas de radio. A finales de 1903, la compañía Marconi tenía montadas más de 40 estaciones sobre las costas de Inglaterra, sus colonias, Estados Unidos, Italia y otros países. Prestaba los servicios semafóricos del Lloyd y su sistema se empleaba en las escuadras inglesa, italiana y norteamericana.
·         1908. En California tiene lugar la primera emisión radiofónica de carácter privado de la mano de Charles Herrold.
·         1914-1918. El uso de la radio como elemento comunicativo empieza a utilizarse entre los ejércitos durante la Primera Guerra Mundial. La utilidad de este medio radica en su valor estratégico de la comunicación sin hilos y sirve para mantener el carácter reservado de las comunicaciones.
·         1920. primeras transmisiones radiodifundidas para entretenimiento. Esto ocurre el 27 de agosto desde la terraza del Teatro Coliseo de la Ciudad de Buenos Aires. El proyecto fue encabezado por el Dr. Enrique Telémaco Susini y sus tres colaboradores: César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, luego llamados «Los locos de la azotea».
·         Ese mismo año empieza a funcionar en la ciudad Norteamericana de Pittsburg la KDKA, conocida por ser la primera estación que emite una programación regular y continuada.

Con ello la radiotelegrafía dio paso a la radiotelefonía, que abría un inmenso campo de posibilidades a la gran aventura humana en las comunicaciones.

HISTORIA DEL SILO


En 1944 el Estado proyecta la Red Nacional de Cereal, el cual, entre otras instalaciones, prevé la construcción de silos y “almacenes de recepción”. En el caso de ser necesario se enviaba el grano almacenado a silos de tránsito para su distribución nacional o a silos portuarios para su exportación. La red nacional de silos pertenecía al Ministerio de Agricultura y la gestionaba el SENPA (Servicio Nacional de Productos Agrarios).

Con el Decreto-Ley 17/1971 se unía el servicio Nacional de Trigo (S.N.T.) y el Servicio nacional de cereales (S.N.C.). Con esta iniciativa se pretendía ordenar la producción y distribución de los productos agrarios y sus derivados. También se regulaban los precios. En 1986 con la entrada de España en la Unión Europea pasó a depender del Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA).

El silo de Belorado es un conjunto de edificios estratégicos de recepción característico de la imagen castellana, surgidos para el almacenamiento de grano, sobre todo a mediados del s. XX. El municipio y el entorno han sido históricamente una zona vinculada en su mayoría a las labores agrícolas siendo el cereal el principal de estos recursos.

El origen de los silos fue fundamentalmente para el almacenaje de grano. Esta necesidad de almacenar grandes cantidades, se incrementó ante las graves carestías que se dieron en España al término de la Guerra Civil y el consiguiente incremento de la especulación sobre este producto básico. Para tratar de evitar este efecto se creó, en el año 1937, el Servicio Nacional del Trigo. Su cometido era ordenar la producción y distribución del trigo con una política de precios garantizados para los agricultores y éste quedaba regulado por un Decreto-ley de Ordenación Triguera que, no obstante, no logró erradicar el mercado negro conocido como estraperlo.

El posible año de construcción del silo se sitúa a finales de la década de los 50 y los primeros años de la década de los 60, motivado principalmente por la modernización de las labores del campo que reportaban y generaban más cantidad de cereal, lo que supone la necesidad de crear espacios de mayor capacidad de almacenamiento.

Según consta en el archivo histórico del Ayuntamiento, en 1947, la corporación en pleno cumpliendo el Decreto del Ministerio de Agricultura de 12 de julio de 1946, al amparo  del artículo 2º solicita a la Delegación Nacional del Servicio Nacional de Trigo para que incluya al municipio en el plan de construcción y explotación de la Red Nacional de Trigos y solicita la construcción de un silo receptor con  capacidad de 200 a 300 vagones, el equivalente a 2 o 3 millones de kilos. 

El acuerdo de pleno describe textualmente: “Por estimarlo altamente beneficioso para los interés de esta localidad y su comarca, exclusivamente agrícolas y productoras en grandes cantidades de cereales de todas clases…”.
Así mismo, el Ayuntamiento ofrece un solar, obreros y los elementos: “cuatrocientas jornadas de obreros no especializados y doscientas jornadas de carros para el transporte de arena, grava y otros materiales de construcción...”.

El Ministerio de Agricultura, el 8 de enero de 1951, contestando a ése pleno, remite una carta pidiendo que especifique la cesión del terreno y las facilidades que pueda aportar el municipio para conseguir la construcción del edificio que solicitan.

El 5 de abril de 1954 el Gobernador Civil contesta para confirmar que el silo de Belorado se encuentra en fase de primera urgencia y que se ha asignado su construcción con capacidad para 100 vagones, aunque por problemas con los materiales no se confirma la fecha de construcción.

El 17 de noviembre de 1956 el Consejo Asesor del Servicio Nacional del Trigo acepta la donación del terreno ofrecido por el Ayuntamiento y hace constar la gratitud del Organismo por la referida cesión y las facilidades dadas por la Corporación.

Tras varias cartas para las diferentes aclaraciones de propiedad, cesión, superficie, etc. nos encontramos con un documento de 1964, que ya hace referencia al silo construido, por tanto, en este año Belorado ya contaba con la instalación. La Corporación solicita la segregación de la finca cedida para dotarla de una forma regular que permitiera construir viviendas para el municipio.

El 31 de enero de 1972 el Gobernador Civil remite una contestación a una propuesta que de nuevo le hace el Ayuntamiento al Ministerio de Agricultura a favor de la construcción de nuevos silos de recepción.

En mayo de ese mismo año el Servicio Nacional de Cereales comunica al Ayuntamiento que tiene que realizar obras de modernización y mejora en el silo, explicando que se realizará la ampliación de pavimentación, instalación de una tolva para recepción a granel con marquesina de cubrición, instalación de unos aseos, cambio de la báscula-puente y apertura de una puerta en el granero con una rampa de acceso.

El 16 de mayo de 1977 se inicia el expediente para la ampliación de los silos con un escrito del Alcalde al Sr. Jefe del Servicio provincial del SENPA, pidiendo aclaraciones sobre el carácter de la entidad que representa por las incompatibilidades que pudieran surgir en el caso de que se realice la cesión del terreno.

El 4 de abril de 1978 el Ministerio del Interior solicita los certificados de los fondos disponibles del Ayuntamiento y de cesión gratuita del terreno donde se efectuará la ampliación del silo.

En el caso que nos ocupa, y como refleja el siguiente gráfico, la primera fase de construcción del silo corresponde a una tipología D.

 A partir de una solicitud del Ayuntamiento de Belorado adoptado en acuerdo plenario de fecha 28/04/2004, el “Silo” fue objeto de reversión por parte de la Junta de Castilla y León (Acuerdo del Consejo de gobierno de fecha 17/03/2005) al Ayuntamiento de Belorado de forma gratuita formalizándose en escritura pública de fecha 25/10/2005  por D Carlos Remacha, Notario del Ilustre Colegio de Burgos. Para ello fue preciso llevar a cabo la pertinente desafectación del bien del servicio público por Orden de 22/10/2004 de la Consejería de Hacienda de la Junta de Castilla y León. Por tanto, y desde esa fecha el Ayuntamiento de Belorado adquiere la plena propiedad del inmueble.

Todavía no se ha podido constatar el año de inicio de la ampliación, pero Belorado contó con cinco nuevos silos metálicos de gran capacidad, ID MC. En la actualidad no existen y en su lugar hay una pista multideportiva.

 Desde aquí un primer acercamiento al silo como tipología arquitectónica nos aportará las características más evidentes; sus considerables proporciones y aire catedralicio incrementan su impacto en el paisaje urbano o rural. Por lo general, almacenan el cereal a granel y su gran altura se explica más por reglas de la física que por economizar suelo. En su interior se almacena el grano en celdas de muy variadas formas rectangulares, dispuestas en filas o en retícula. El desplazamiento vertical, desde una celda a la inferior se produce por gravedad, mientras que el desplazamiento horizontal ha requerido de instalaciones mecánicas (tornillo de Arquímedes, transportadores por correa o cadena).
  
El ascenso del grano hasta el piso superior se realizaba con la ayuda de elevadores de cangilones, mientras que el descenso hasta un nivel inferior no situado en la vertical requiere de la participación de distribuidores pendulares. Los dispositivos de limpieza del grano (generalmente dispuestos en la planta inferior), el control de temperaturas, de llenado de las celdas, etc., nos da una idea de la complejidad técnica del interior de este silo, por lo general no perceptible desde el exterior.
El espacio industrial objeto de esta propuesta está compuesto por:
a) “Silo” propiamente dicho. Edificación de almacenamiento sobre parcela de propiedad municipal de 2949 m 2. Se configura como zona silo (219 m 2) y almacén anexo (224,11 m2) de planta baja con catorce celdas (diez celdas apoyadas y cuatro colgadas). Consta de azotea destinada a sistemas de elevación y almacenaje.
b) Nave de almacenaje de 519 m 2, de planta baja rectangular.
c) Sala de básculas. Construcción de planta baja de 63 m 2.